Una semana salvaje con la diosa 'freak'. Así se titula el reportaje principal del reciente número de julio de la revista ‘Rolling Stone’, que estará en los quioscos el próximo 24 de junio. Ella es, claro, Lady Gaga. Y podemos adelantar que vimos cosas muy extrañas... y sobrevivimos.
Aquí un pequeño adelanto de este relato cercano y revelador sobre el mayor icono actual de la música a nivel Mundial.
Lady Gaga, con el pelo naranja y con ganas de hablar en ROLLING STONE.
“Me costaba mucho ser una persona pública. La gente me empujaba, estaba en el punto de mira, me tocaban, cogían mi ropa. Y yo pensaba: ‘¿Qué coño es todo esto”. Lo dice Lady Gaga en el nuevo número de ROLLING STONE, en un reportaje en el que pasamos una semana con ella.
Gaga, de 25 años, es la portada de nuestro número de julio.
En su avión privado, detrás del escenario, con su padre, en el estudio de grabación, rodeada de fans (sus pequeños monstruos, como Gaga les llama), en el camerino… Éste es un retrato próximo y sin filtros de la cantante, el resultado de un seguimiento de una semana intensa, en la que Stefani Joanne Angelina Germanotta (su nombre en su DNI) habla de todo aquello importante que escapa de los vídeos musicales, los focos de los conciertos o incluso de su activa cuenta en Twitter.
“Acabé enterrada en alcohol, drogas y hombres mayores durante un largo periodo”, cuenta sobre los días previos al triunfo. “Quiero volar, pero no encima de un escenario, que es relativamente normal. Tiene que ser una situación cotidiana: mientras estoy en el supermercado”, diserta sobre sus aspiraciones. Habla suelta, desde la cima del mundo, sobre sus debilidades, maltratos y música heavy.
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