Lady Gaga comenzó en Seúl, Corea con el Born This Way Ball, un tour que la mantendrá en la ruta por dos años y que la traería a Latinoamerica en Octubre.
Es la gira de presentación del último disco de la cantante, Born This Way, y promete ser un espectáculo audiovisual que empieza por el excéntrico vestuario de la protagonista. Los trajes diseñados por Giorgio Armani incluyen un vestido hecho de guitarras y violines, un sombrero en forma de piano, un catsuit de tubos resplanecientes, y muchos otros atuendos reveladores.
Un grupo cristiano que protestó en las afueras del concierto por considerarlo "demasiado homosexual y pornográfico", según informó la BBC. Los manifestantes no consiguieron la cancelación del espectáculo pero sí que se declare no apto para menores de 18 años en el país oriental.
Las entradas para el concierto ya estaban agotadas hace semanas y los "Little Monsters", todos emulando los diferentes looks de su ídola, fueron mayoría. Los primeros en llegar pudieron acceder a una zona de privilegio cercana al escenario. Se encontraron con un castillo enorme, desde el cual la Madre Monstruo interpretó todos sus hits.
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