Lady Gaga se casa y haciendo gala de su excentricidad, su enlace matrimonial con el guapísimo actor Taylor Kinney no podía ser menos.
La cantante de «Born this way» lo tiene todo bajo control y se niega a que su propia boda le pille por sorpresa. Ya tiene todos los detalles preparados. Sin duda, estamos ante la boda del siglo a todos los niveles: fama, dinero, repercusión, expectación.
Todo el mundo quiere ver a Lady Gaga en el altar dándole el «sí, quiero» al guapo Taylor Kinney. Sus condiciones: Casarse ante 18.000 invitados, entre los que se encontrará muchos de sus «little monsters», un anillo elegido en una de las joyerías más excéntricas de Chicago y, lo que es más sorprendente, la cantante exige pasar la noche de bodas en habitaciones separadas.
De momento, nada se sabe sobre el vestido, ni el color ni la forma, pero se sospecha que pueda ser diseñado por la hermana pequeña de la cantante, Natali Germanotta, quien se dedica al diseño.
revista «inTouch».
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